Jurado n.º 2. Clint Eastwood y el dilema del jurado

Jurado n.º 2, dirigida por Clint Eastwood, es un thriller judicial que lleva al espectador a un dilema moral extremo: ¿qué harías si descubres que, siendo jurado en un juicio por asesinato, podrías ser tú el verdadero culpable? Con un reparto coral liderado por Nicholas Hoult y Toni Collette, la película combina sobriedad visual, ritmo pausado y dilemas incómodos sobre la justicia, la culpa y la doble moral. Eastwood, fiel a su estilo, evita artificios y apuesta por la tensión contenida: planos cerrados, silencios cargados y un tempo que obliga a respirar con el protagonista. Más que un relato sobre un caso concreto, es una reflexión sobre la fragilidad del sistema judicial y sobre cómo intereses personales, políticos o de supervivencia pueden contaminar la verdad.

Grandma. Un viaje emocional con Lily Tomlin al volante

A veces un viaje de unas horas sirve para ajustar toda una vida. Y si Lily Tomlin lleva el volante, las curvas están garantizadas. Tras la muerte de su pareja, Elle lidia con la escasez económica, la jubilación profesional, el olvido como escritora y la ruptura con su última —y joven— pareja. Hasta que su nieta, Sage, llama a la puerta pidiéndole ayuda: necesita dinero para abortar. Comienza así una jornada a contrarreloj, entre paradas, recuerdos y diálogos afilados, donde cada kilómetro es también un ajuste de cuentas con el pasado.

Volver a empezar y En el estanque dorado

Dos películas, dos miradas sobre el amor y las segundas oportunidades. Volver a empezar nos lleva a un reencuentro en las calles de Gijón; En el estanque dorado, a un verano en el que el tiempo parece detenerse. Entre ambas, un puente narrativo que une nostalgia, reconciliación y la certeza de que nunca es tarde para volver a intentarlo.

El lector (la película)

La lectura como puente y como abismo. El lector narra la relación entre un joven y una mujer marcada por un pasado oculto, donde los libros son refugio y testigo. Entre juicios, ausencias y reencuentros, la historia avanza como un interrogante moral: ¿hasta dónde puede llegar la comprensión sin que se confunda con el perdón?