En El arte de amargarse la vida, Paul Watzlawick combina humor y psicología para mostrar cómo las personas sabotean su propia felicidad. Con ejemplos claros y un estilo irónico, el autor describe mecanismos cotidianos de autoengaño y pesimismo. Un clásico que enseña a reconocernos en el espejo de nuestras propias trampas.