En El lector, Bernhard Schlink narra la relación entre un joven estudiante y una mujer mayor marcada por un pasado oscuro. Lo que comienza como una historia íntima se transforma en una reflexión sobre la culpa, la memoria y la dificultad de juzgar cuando el amor y el horror se entrelazan. Con prosa sobria y contenida, la novela cuestiona cómo enfrentarse a las heridas de la historia y qué significa realmente comprender al otro.