En Una familia moderna, Helga Flatland explora las fisuras de un clan aparentemente estable que se ve sacudido cuando los padres anuncian su divorcio tras cuarenta años de matrimonio. A través de la mirada de los tres hijos adultos, la novela revela cómo cada miembro arrastra sus propias heridas, expectativas y silencios. Con sensibilidad y precisión psicológica, Flatland muestra que la idea de familia es siempre más frágil y compleja de lo que parece desde fuera.